martes, 5 de agosto de 2008

Pinches ironías…


Mucha gente me ha preguntado por que lo otra semana tuve un Nick que precisamente decía lo mismo que esta entrada.
La verdad fue una semana para decir hazme el chingado favor…
Comenzamos la semana con una pequeña charla con mi ex, que para ese momento tenía poco que me había venido a “visitar”. Pongo visitar entre comillado pues nunca mencionó que venía a precisamente visitarme si no más bien arribaba para la graduación de unos ex compañeros de ella de la facu de Historia (lugar donde nos conocimos durante su intercambio).
La visita no estuvo tan mala pero tampoco tan buena, haciendo notar que en parte hubo culpa por ambas partes, el chiste del comentario no es tirarle calabaza a mi ex si no simplemente explicar el por qué de mi Nick. Continuando con lo ameno de la charla que tuvimos, ya saben el ¿cómo llegaste?, ¿qué has hecho? ¿Dónde andas viajando?. De entre comentario y comentario note que en su Nick hacía alusión a que alguien a quien habían ascendido de puesto y se había ido de su vida para andar por el mundo. Obvio no era cuestión de molestia pues como dije en un principio se trata de mi ex.
Momento más tarde me pidió una rola la busque y por lo difícil de su ubicación, para no decir que había pocos cabrones bajándola porque no es muy solicitada, le dije que después se la enviaría pues tardaría un rato en bajarse. Note de nueva cuenta que en su Nick hacía alusión a otra persona que andaba dando de vueltas por el mundo. Después de bajar la rola y escucharla atentamente note que era para pensar en alguien que se había ido y que no volvería. Más obvio no pudo ser pues simplemente armando la idea completa le pides a tu ex que te de asilo en su casa, que andes para arriba y para abajo y pa’ rematar le pides una canción para pensar en otro cabrón que te acaba de dejar.
Sin terminar el relato y sintiéndome como el buen samaritano que se agarraron de pendejo pues nunca falta que vayas y se lo cuentes a alguien, como decía el anuncio de “Mucho ojoooooooo heeee, ve y cuéntaselo a quien más confianza le tengas”. Y ahí voy contándole a mi…, mmmmmm dejémosle familiar, lo sucedido buscando una palmadita en el hombro o mínimo el “ah pero que pendejo eres”, pero ohhhhhhhh mi sorpresa cuando mi “familiar” me dice citando textualmente “por eso me cae bien… por cabrona”
Días más tarde jalando fierros en el gimnasio. Me dispongo a hacer pierna y resulta que una chica que me llamaba la atención estaba utilizando el mismo aparato que yo pensaba usar, preguntándole si tardaría mucho concertamos irlo rotando en turno y turno.
Mientras estaba ahí parado junto a ella comencé a hacerle la plática, nunca en mi vida le había dirigido la palabra, la chica resulto muy risueña y muy amable. Hasta coincidió que voy a dar clases en la escuela en la que ella tiempo atrás asistía. Después de ponerme sobre aviso acerca de los maestros que tendría como compañeros y de ver ese par de hermosos hoyitos que se le hacían en las mejillas al sonreírme, le pregunte a que universidad asistía y tristemente me respondió que estaba por irse en un par de días a estudiar a Puebla. Después de que en mis adentros dije ¡¡¡¡puta madre!!!!!!!, le pedí su correo pa’ ver si en vacaciones de diciembre nos íbamos a echar un café. El día que me avente a hablarle resulto que se fue…
Los días de la semana pasaron, mi compadre se desvergo los ojos y evitamos salidas a nuestros habituales cafecitos del centro. Esperando mi junta académica para adiestrarme como futuro teacher me siento en el balcón a leer y noto la presencia de mí vecina, la cual se veía muy guapa. Después de meditar en ello me puse a escribirle algo que me vino a la cabeza y decidí dejárselo en un sobre en su casa con una firma de anónimo pa’ hacerla de emoción aun que el contenido de la misma me delataba. El plan era ir y pegar el sobre en la reja de su casa con las iníciales de la chavala aprovechando que andaban en su negocio y no había nadie en casa, pero entre que era fin de semana y me hacía pendejo haciendo mis menesteres domingueros, el día paso y no me pare por allí.
Al día siguiente me entere que mientras yo andaba haciéndome pendejo le estaban asaltando su casa. Me pregunto ¿qué hubiera pasado si hubiera llegado a su casa? toco y me sale el señor ladrón o por estar en el momento y lugar equivocado me hubieran embarcado por actitudes “sospechosas” dejando sobres anónimos.
Gracias a mi hueva no tuve nada que ver…
Después de todo esto he ahí el de las cosas que pasan y se dan por debajo de nuestras narices y uno ni en cuenta. Así que cuando termino la semana solo pude decir “Pinches ironías…”