viernes, 30 de julio de 2010

Como Soldado Caído

Complejo es el devenir del hombre por este mundo. Los caminos van y vienen haciéndonos adentrar en una aventura existencial que nos hace más ingenuos o más sabios.

Hoy una valiosa lección aprendí. Aprendí que la victoria y la derrota muchas veces van de la mano. Hoy tuve la derrota de una victoria que me costo dos años, dos años de anhelos, de sueños, de esperanzas. Volé alto y mientras volaba respire un aire divino, un aire que incitaba a vislumbrar cosas bellas de la vida, que por desgracias son estrellas fugaces, que como un niño, esperas ver con ansias y como un viejo tristemente vez irse sin poder detenerlas. Sin poder sostener entre tus manos por que arden y queman todo lo construido alrededor de ese sueño.

Algunas derrotas pueden pasar de largo, de hecho, hasta cuando transcurren ya están viendo como superarlas. Sin embargo hay otras con las que simplemente debes asimilar, debes dejar que ocurran. Permites que se lleven tus sueños construidos, injustamente las vez alejarse lentamente y no queda mas que aceptarlo como un soldado al que se le termino la munición, como un soldado que lo obligaron a sacar su bandera blanca, como un soldado caído al que su moral se le desvaneció.
Como cuesta decir adiós a lo que invertiste tu fuerza, tu corazón y tu amor. Como cuesta soltar las amarras del velero con el que navegaste muchas veces entre las aguas. En el que sentiste como la brisa marina arrullaba tus mejores ideales. Lo mejor de ti invertido para ser un mejor humano. Que triste es ver este barco partir en esta ocasión sin mí y alejarse para perderse en la inmensidad de una noche solitaria y estrellada.