viernes, 30 de julio de 2010

Como Soldado Caído

Complejo es el devenir del hombre por este mundo. Los caminos van y vienen haciéndonos adentrar en una aventura existencial que nos hace más ingenuos o más sabios.

Hoy una valiosa lección aprendí. Aprendí que la victoria y la derrota muchas veces van de la mano. Hoy tuve la derrota de una victoria que me costo dos años, dos años de anhelos, de sueños, de esperanzas. Volé alto y mientras volaba respire un aire divino, un aire que incitaba a vislumbrar cosas bellas de la vida, que por desgracias son estrellas fugaces, que como un niño, esperas ver con ansias y como un viejo tristemente vez irse sin poder detenerlas. Sin poder sostener entre tus manos por que arden y queman todo lo construido alrededor de ese sueño.

Algunas derrotas pueden pasar de largo, de hecho, hasta cuando transcurren ya están viendo como superarlas. Sin embargo hay otras con las que simplemente debes asimilar, debes dejar que ocurran. Permites que se lleven tus sueños construidos, injustamente las vez alejarse lentamente y no queda mas que aceptarlo como un soldado al que se le termino la munición, como un soldado que lo obligaron a sacar su bandera blanca, como un soldado caído al que su moral se le desvaneció.
Como cuesta decir adiós a lo que invertiste tu fuerza, tu corazón y tu amor. Como cuesta soltar las amarras del velero con el que navegaste muchas veces entre las aguas. En el que sentiste como la brisa marina arrullaba tus mejores ideales. Lo mejor de ti invertido para ser un mejor humano. Que triste es ver este barco partir en esta ocasión sin mí y alejarse para perderse en la inmensidad de una noche solitaria y estrellada.

martes, 15 de junio de 2010

Pasa y disfruta el silencio



Los martillazos se escuchaban varias casas alrededor. La obra ya cumplía casi un año y el silencio era algo que había escaseado desde que empezó. Serian las oficinas de un periódico partidista y el dueño remodelaba unos antiguos departamentos.
Debido al ahorro de cierto líquido que disolvía la pintura arraigada en las paredes, había decidido que los trabajadores picaran la pintura con sus cinceles y con esto el martilleo había sido constante por meses.
A menudo visitaba dicha zona pues trabajaba para una farmacia que entregaba los medicamentos a domicilio. Me correspondía llevarle la medicina al Señor Toss quien sufría de asma y al ser vendedor de productos online siempre se hallaba en casa.
Con el pasar de los meses notaba que el señor Toss empeoraba y adelgazaba, al grado de parecer un escuálido pececillo de lago contaminado. Su piel blancuzca y transparente, con la sombra de su barba de un día lo hacía verse mas como esos judíos de campo de concentración. Tenía una calva que acentuaba su físico de personaje salido de película de Tim Burton.
Era muy amable aun que su ermitaña vida pareciera que lo había hecho un poco desconfiado de las demás personas. Siempre que llegaba a su casa me invitaba a tomar un vaso con agua pues el calor del día me hacia deshidratarme mucho.
Mientras estaba en su casa, los escasos 5 minutos que permanecía en ella me era insoportable el sonido del golpeteo de los innumerables martillazos. Y eso se repetía cada semana que entregaba la medicina del señor Toss.
Conforme iba a las entregas notaba diferentes cambios en él. Un día note que su calva era más grande, otro día le brincaba un parpado, mas adelante un ojo lo tenía más salido. Recuerdo inclusive un día en que la lengua la tenía tan hinchada que tuvo que escribirme las cosas pues no podía hablar.
Hubo una ocasión en la que esperando el vaso de agua yo me encontraba en la sala de su departamento, encontré una nota en el suelo mientras observaba mis viejos tenis de batalla. Tome el papel pues el señor Toss tardaba en regresar.

Día 333
No soporto ya el sonido, cada noche retumba en mi cabeza. Puedo escuchar aun el metal rasgando la pared, de tajo, de golpe. Cada martillazo es un electroshock en mi cabeza. Imagino sus caras llenas de polvo, sus manos callosas sosteniendo los cinceles. Sus zapatos viejos y llenos de cal y su nauseabundo olor a sudor y cerveza.
Ríen y cantan por las noches. Son unos demonios, unos demonios de cemento y cal que apuñalan mis oídos llegando a mi alma la cual me devoran sin cesar…
Me estremecí al con semejante nota y al ver que mi cliente no regresaba me fui, dejando la medicina. Justo al salir del edificio note algo extraño, los martillazos habían cesado.
A la siguiente semana mientras preparaba el maletero de mi motocicleta, mi jefe se acerco para entregarme las medicinas del señor Toss, diciéndome – Vas a la zona del incidente- extrañado lo mire y me dijo nuevamente –si, ¿acaso no supiste? , asesinaron a 6 albañiles.- Mi rostro reflejó una admiración que ni yo mismo podría describir. –Los torturaron y los clavaron con sus cinceles por la cien en el suelo-.
Como si me hubieran puesto hielo en la nuca me dirigí a la “zona del siniestro” toque la puerta del señor Toss y este salió con una cara apacible, bañado y afeitado quien me dijo al abrirme la puerta – ¿no quieres pasar y disfrutar del silencio?-

jueves, 15 de abril de 2010

Te deseo un buen día...


Como ya es pan de cada día, y si los del norte ya se acostumbraron a las balaceras y los muertitos, no creo que este de mas decir que el regresarme en friega mínimo para darte las buenas noches bien intencionadas se hayan trasmutado en un soez reclamo tuyo diciendome "tus diez minutos que ibas a tardar" y contestado por mí "ya me voy pa' que duermas a gusto".


Esperando tengas un exelente día en nuestra ya decadente nación ya que siempre hay un buen motivo para despertarse y desearse un "buen día".